Desde el principio de la la pandemia de la COVID-19 los test se han convertido en una de las herramientas más eficaces para el control de su expansión. Además de permitir saber qué medidas de seguridad adoptar y tomar el confinamiento como una medida solo en caso de ser necesario, comprar un test de coronavirus permite a las personas proteger a sus seres queridos y personas cercanas.
¿Qué test de coronavirus es mejor?
No existe un test mejor que otros, todo depende de los motivos que lleven a realizarlo. Así, se distinguen entre estos tres.
Test PCR
Reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa (PCR)
Es la primera que comenzó a llevarse a cabo y también la más frecuente en los centros sanitarios. Consiste en un hisopo nasofaríngeo (similar a un bastoncillo de algodón), que se introduce en la nariz, donde suele haber mayor carga viral. Con ella se mide directamente la presencia del virus, ya que detecta su material genético.
Por ahora, este método es el más fiable, ya que su grado de sensibilidad es el más alto. No se puede comprar un test PCR, ya que debe realizarlo personal sanitario. Es una prueba adecuada en cualquier momento mientras se padezca la enfermedad.
Test de antígenos
Se trata de una cajita, con apariencia similar a un test de embarazo. Se ha de tomar una muestra de la nariz o de la saliva (también mediante un hisopo), que se introduce en el orificio previsto para ello, y en unos 12-15 minutos ya pueden observarse los resultados. Mide la presencia de antígenos unas proteínas presentes en las membranas del virus.
Su fiabilidad es del 95 %, ligeramente inferior a los PCR, ya que a veces solo aparecen fragmentos de antígenos y, por tanto, se puede obtener un falso negativo. Tampoco son fiables en el momento inicial de la infección o en pacientes asintomáticos. Por tanto, solo se recomiendan en el caso de haber síntomas.
Test serológicos
Consisten en análisis rápidos de sangre que miden la IgM y la IgG, los anticuerpos que se crean en el organismo por medio de padecer o haber padecido la COVID-19. La IgM son los primeros anticuerpos que se crean, pero solo aparecen en los últimos estadios de la enfermedad. Los IgG aparecen en la última fase de la enfermedad, perduran en el tiempo y son los que dan la inmunidad.
Es muy fiable, pero estos anticuerpos no se producen hasta pasados al menos siete días de comenzar a tener la enfermedad. Por tanto, se recomiendan a partir de este tiempo o posteriormente, para saber si se ha padecido la COVID-19 aunque sea de forma asintomática. Han de llevarlos a cabo laboratorios profesionales.
Con estos datos resulta fácil saber si se padece o se ha padecido la COVID-19, así como saber cómo comprar un test de coronavirus.